ENFERMEDADES ANORRECTALES EN EL HOMBRE
El paciente masculino, a diferencia de la mujer, generalmente es reacio a acudir al médico.
Frecuentemente lo atribuye al hecho de estar siempre ocupado, que tiene trabajo que hacer, que no tiene tiempo; cuando acude a una cita generalmente va con el tiempo contado, carrereado.
Y además es difícil que se dé cuenta que precisamente para continuar con sus actividades habituales es necesario que mantenga un buen estado de salud, modere su peso, practique habitualmente ejercicio y
se realice los estudios habituales de chequeo para prevenir y diagnosticar diversas enfermedades.
Un grupo de enfermedades que son muy frecuentes son las anorrectales. Entre ellas podemos mencionar las hemorroides, las fístulas y las fisuras.
El hombre las padece con mucha más frecuencia de lo que se pueda suponer, pues presenta muchos factores que son predisponentes a su desarrollo. Entre ellos podemos mencionar las bebidas alcohólicas, los picantes, los desarreglos alimenticios, que en general son más intensos que en las mujeres.
Pero una vez que el hombre presenta síntomas de estas enfermedades, como pueden ser sangrado rectal, inflamación hemorroidaria, dolor de variada intensidad que llega a ser incapacitante, estreñimiento severo, o cualquier otra molestia, es difícil que tome alguna medida para atenderse o acudir a una
consulta.
En medicina lo más importante es siempre contar con un diagnóstico especializado antes de aplicar un tratamiento, porque si no, es frecuente usar un medicamento erróneo o simplemente estar
totalmente equivocado en la probabilidad del diagnóstico, como podría ser dar tratamiento para gastritis cuando el problema son divertículos, o usar pomadas, supositorios y otros tratamientos
comprados en cualquier farmacia pensando que el sangrado que se está presentando al ir al baño sea causado por hemorroides cuando que no hay que descartar la posibilidad del cáncer del colon o recto, cuya manifestación frecuente es precisamente el sangrado.
Aunque desde luego hay muchos hombres que acuden a consulta, no es raro que dejen que las enfermedades vayan evolucionando por muchos años antes de atenderse. El temor y la vergüenza muchasveces impiden que se acuda a consulta, lo cual es comprensible pero infundado, pues habitualmente las exploraciones médicas no son dolorosas y permiten un diagnóstico adecuado.
En términos generales podemos recomendar que a toda persona que cumpla 45 años se le debe realizar una colonoscopía, que es una endoscopía de todo el colon (intestino grueso) para poder
diagnosticar y extirpar algún pólipo que se haya desarrollado, y diagnosticar y biopsiar en el caso de un tumor. Este estudio se debe realizar incluso en más jóvenes si hay algún familiar en primer grado
que haya tenido cáncer del colon o recto.
Y desde luego al presentarse síntomas de molestias abdominales, gastritis, o de sangrado o dolor anorrectal es necesario acudir a consulta para realizar el tratamiento adecuado y que la persona continúe siendo productiva y que no suceda que en el momento más inoportuno de un viaje o algún evento haya una agudización que obligue a un tratamiento urgente.
Hay que aprovechar los grandes adelantos con los que se cuenta actualmente en medicina para mantener un buen estado de salud.
